- Antisépticos
Son productos diseñados para usar en la piel y tejidos vivos para prevenir infecciones. Son menos tóxicos que los desinfectantes y están destinados a ser seguros para la piel. Ejemplos comunes incluyen el alcohol etílico, la clorhexidina y el peróxido de hidrógeno. Se utilizan en heridas, piel intacta antes de procedimientos médicos, enjuagues bucales, entre otros.
- Desinfectantes
Están destinados a la desinfección de superficies, objetos inanimados y agua, pero no se usan directamente sobre la piel o tejidos vivos debido a su mayor toxicidad. Pueden contener agentes químicos más fuertes que los antisépticos para garantizar la eliminación efectiva de microorganismos en superficies. Ejemplos comunes incluyen el cloro, el formaldehído y el amonio cuaternario. Se utilizan para limpiar superficies en entornos médicos, alimentos, agua potable, etc.
En resumen, los antisépticos son seguros para la piel y se utilizan en tejidos vivos para prevenir infecciones, mientras que los desinfectantes se usan en objetos y superficies inanimadas para eliminar microorganismos, pero no son seguros para su uso directo en la piel.
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